Nuestra Historia

Descubre los instantes que marcaron nuestra historia y nos guiaron, con amor y certeza, hasta el ‘sí, quiero

Nuestro Encuentro Inesperado

Jamás imaginamos que una coincidencia nos pondría frente a frente. Al principio, el idioma fue una barrera que nos hacía tropezar constantemente, pero algo más fuerte nos impulsaba a seguir adelante. Con cada malentendido, cada sonrisa nerviosa, y cada intento por comunicarnos, descubríamos lo mucho que teníamos en común. Poco a poco, fuimos entendiendo que aquello que parecía casualidad, era en realidad destino.

Entre Montañas, Nieve y un “Te amo”

En una escapada de fin de semana, rodeados de nieve y silencio, descubrimos algo que ya venía creciendo dentro de nosotros: amor. Fue ahí, en esa casa en medio de las montañas, donde sentimos por primera vez que esto era real, profundo, y que no sería algo pasajero. Nos miramos y lo supimos sin decirlo: nos amábamos.

Amor en la Adversidad

A los pocos meses de comenzar nuestra relación a distancia ,viviendo en países diferentes, un accidente cambió todo. Sin dudarlo, dejamos de lado la distancia y estuvimos juntos. Afrontamos el dolor, el miedo y la incertidumbre, pero lo hicimos de la mano. En medio de las dificultades, nuestro amor se fortaleció como nunca.

Nuestro Primer Hogar

Tras superar esa etapa difícil, decidimos vivir juntos. Empezamos desde cero, compartiendo una pequeña habitación y grandes sueños. Los primeros meses fueron complicados, pero con esfuerzo y apoyo mutuo conseguimos alquilar nuestro primer apartamento. Ahí comenzamos realmente a conocernos en la vida diaria, a construir nuestro hogar y a aprender a ser equipo.

Un Viaje que Unió Nuestras Almas

Después de habernos encontrado en Rumanía y de que yo pudiera sumergirme en su mundo, conociendo a su familia, compartiendo risas, probando su comida y sintiendo su cultura, ya entendía mucho de quién era él. Ahora llegaba el momento de que él cruzara el océano para entrar en mi mundo. Viajamos a Colombia, y juntos recorrimos las calles que guardaban mis recuerdos, probamos los sabores que me acompañaron desde niña. Lo veía observar cada detalle, escuchando mis historias con una sonrisa que me decía que estaba entendiendo más que palabras: estaba conociendo mi esencia. En esos días sentí que no solo uníamos culturas, sino también nuestras almas.

El “Sí” que Confirmó Todo

Con el corazón lleno de certezas, supimos que queríamos compartir la vida. Entre sonrisas, lágrimas y palabras sinceras, nos comprometimos oficialmente. Ese momento fue más que un anuncio: fue la promesa de seguir construyendo juntos, de elegirnos cada día, y de ser el hogar del otro, sin importar dónde estemos.